ANNADETOUR: Büja

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Un sábado a las 6:00 am no parece un buen momento para viajar a un lugar desconocido pero al parecer a mis padres no les importo mucho eso, nos embarcaron en un viaje a "San José de Büja", un pueblo con habitantes indígenas y que existía desde hace mucho tiempo atrás, una vez listos con nuestras botellas de aguas, ropa urbana y cámaras decidimos comenzar, el trayecto duro aproximadamente una hora en la cual pudimos disfrutar de los paisajes que brindaba la mañana, poco a poco deje de arrepentirme de mis horas de sueños desperdiciadas.

Al llegar, observamos tribus en toda la costa, los cuales ni nos miraban, era como si ignoraran el hecho de que estuviéramos allí para verlos, ellos se encontraban trabajando, comiendo, pescando y en el caso de los pequeños, jugando en la orilla, siempre juntos, al momento conocimos a dos señores que cada fin de semana iban al lugar, nos comentaron que sentían un afán por el sitio ya que eran los únicos días en los que podían respirar tranquilos, tomarse una cerveza y relajarse en el silencio (y pude comprobar esto ultimo). Luego de hablar un poco, tomamos la decisión de ir a visitar un campamento llamado "Orinoco Eco Camp" a unos minutos en lancha, un campamento que recibe a personas de todo el mundo que buscan alejarse de la civilización y estar cerca de la naturaleza por días, semanas o incluso meses, además de la experiencia de conocer otra cultura, realmente es fantástico y provoca quedarse allí por un buen tiempo. El camp es dirigido por tres hombres los cuales se encargan de administrar todo el espacio y de realizar diferentes actividades como excursiones, fogatas y demás, en el momento que fuimos ellos llevaban ya seis meses allí, nos comentaron que tenían tiempo sin saber de alguna noticia de Venezuela, especialmente política porque rara vez llegaba alguna información.

Creo que los paisajes y la tranquilidad de la misma será un momento que nunca olvidare, en ese segundo recordé cuanto amo mi país y cuanto ignoro del mismo, mi meta con este blog no es solo mostrar mis fotografías, es también mostrarles a ustedes y a mi misma el hogar que es Venezuela, el hermoso país del cual debemos estar orgullosos todos los días, independientemente de su situación polí-económica e incluso social, no dejemos que la política nos quite los paisajes de lo nuestro.

Al regresar a Büja y despedirnos de nuestros nuevos amigos, aquellos que no sabemos si veremos en alguna otra oportunidad pero que serán recordados, volvemos con una nueva perspectiva y con ganas de ser más.